Este
año se aprobaron los lineamientos generales para la igualdad de género los
cuales son de observancia obligatoria para todas las instituciones de la UNAM.
¿De qué se tratan? ¿Cómo surgieron? ¿Qué implican?
¿De
qué se trata?
De
sentar las normas generales para lograr que tanto mujeres como hombres tengan
las mismas oportunidades de desarrollo en la UNAM, en particular para erradicar
la violencia de género, teniendo como marco un enfoque moderno y científico.
Algunos de los conceptos que retoma son la transversalización y las faltas por
omisión.
¿Cómo
surgieron?
Si
bien ha habido grandes avances para las mujeres en las últimas décadas, es
necesario un análisis objetivo de la situación actual para reconocer las tareas
que faltan. Las leyes a favor de las mujeres aprobadas a partir de la década de
los 90’s con las que cuenta México fueron el fruto de varias décadas de luchas
de grupos feministas. Estas leyes permitieron, sobre todo, el incremento de la
fuerza de trabajo femenina, al aceptar a las mujeres en las escuelas, trabajos
y al darles acceso a métodos anticonceptivos. Estos cambios se dieron en el
contexto de los tratados de libre comercio que demandaban un incremento de mano
de obra. Al mismo tiempo se creó una élite de mujeres que se declara
abiertamente feministas y sin objeciones al neoliberalismo, al contrario de sus
predecesoras de los 70’s cuyos movimientos eran mucho más contestatarios, y que
impulsaron programas asistencialistas para sectores de mujeres trabajadoras,
pero sin intentar modificar las instituciones gubernamentales y sin
identificarse realmente con los sectores de mujeres más vulnerables. Así, bajo
el discurso de igualdad de oportunidades para todos, se logró proyectar una
apariencia superficial de equidad. Pero los datos duros nos revelan una
realidad que aún dista de ser justa y que nos grita que las mujeres seguimos
estando en una situación desfavorable en el país y alrededor del globo. Aún con
el incremento de mujeres trabajadoras y de los avances educativos los puestos
de poder siguen en su gran mayoría en manos masculinas y las mujeres ganan,
como sector, menos que los hombres, aunque siguen cargando sobre sus hombros el
trabajo doméstico. El rostro más alarmante es el alto grado de violencia de
género que aún vivimos las mujeres.[1]
Y
es que en el proceso de institucionalización de los discursos feministas se dejó
de lado el hecho de que la opresión de la mujer es uno de los pilares del
actual sistema social y económico. Tal como nos han enseñado desde la primaria,
la familia nuclear, con los roles de género que fomenta, es a la vez base de la
sociedad actual y modelo de dominación del hombre hacia la mujer y de los mayores
hacia el jóvenes y niños. Es decir, el cambio que llevará a una real situación
de igualdad de oportunidades para todos los géneros pasa por cambiar los
cimientos en los que se apoya la desigualdad social y económica que predomina
en el mundo.[2]
Queda
entonces mucho trabajo para eliminar en los hechos la situación de opresión de
las mujeres. Pero no perdamos de vista que existe un enorme trabajo previo,
teórico y práctico, del cual podemos echar mano para retomar ideas y corregir
errores. Es necesario pues un enfoque que tenga como objetivo no sólo cambios
formales o medidas transitorias, sino que apunte a un cambio radical en la
sociedad y que actúe sobre todos los aspectos involucrados en la construcción
social, simbólica y económica de hombres y mujeres. Utilizar las herramientas
científicas a nuestro alcance debe ser un elemento a contemplar en toda acción
que como universitarios tomemos a este respecto. Es así como los lineamientos
generales para la igualdad de género de la UNAM retoman algunas de las tareas
pendientes al interior de la comunidad universitaria, en un intento no sólo de
responder a ciertas necesidades urgentes de las mujeres, sino de modificar la
comunidad universitaria de conjunto hacia una real igualdad de oportunidades.
¿Qué
implican?
La
aprobación de la nueva normatividad en materia de género de la UNAM significa que
de manera obligatoria toda entidad y dependencia de la UNAM deberán de
concretar la igualdad de género bajo las directrices establecidas. Actualmente
hay dos enfoques distintos para la planeación de acciones que contribuyan a la
equidad de género. Estos dos enfoques responden a distintas necesidades que se
agrupan en dos categorías: prácticas y estratégicas. Las
acciones que intentan satisfacer estos dos tipos de intereses/necesidades
suelen catalogarse como Trabajos dirigidos para las necesidades prácticas y
Transversalización para las necesidades estratégicas (véase http://www.laaenciencia.blogspot.mx/2013/03/trabajo-enfocado-y-transversalizacion.html ).
Además
de mencionar las estrategias de trabajos dirigidos y de transversalización, los
lineamientos señalan específicamente la necesidad de acciones para el combate a
la violencia de género y discriminación en los ámbitos laboral y académico, la
realización de estadísticas de género y
diagnósticos con perspectivas de género, y la articulación de programas para
concientizar a la comunidad universitaria sobre el sexismo, la desigualdad de
género y sus consecuencias en la vida institucional y de las personas.
Parte
de las propuestas concretas impresas en los lineamientos generales son la
coordinación de cada dependencia con el Programa Universitario de Estudios de
Género para la planeación e implementación de políticas por la equidad de
género, y el propiciar una cultura de la
denuncia de la violencia de género y discriminación. Invitamos pues a la
lectura y aplicación de la nueva normatividad, esperando que sea una
herramienta para mejorar el quehacer académico de cada uno de nosotros:
www.pueg.unam.mx/images/stories/Equidad/Lineamientos/lieneamientosversioncompleta.pdf
[1] ¿Todo
el poder? Políticas públicas,violencia de género y feminismo en México. Miriam Lang. Iberoamericana, III, 12 (2003), 69-90.
[2] El origen de la familia, la propiedad
privada y el Estado. Friedrich Engels. 1884.
[3] A Guide to Gender-Analysis Frameworks. Candida
March, Inés A. Smyth, Maitrayee Mukopadhyay. Oxfam 1999.
[4] Cultivando Cambios. Rebecca Fries.
Oxfam.