sábado, 9 de febrero de 2013

Mujeres Matemáticas en México.

Seguimos con las reseñas de los artículo contenidos en la Revista Ciencia en su edición julio-septiembre 2012. Presentamos algunas conclusiones y datos contenidos en el artículo "Mujeres Matemáticas en México" de Patricia Saavedra. 


En el artículo se describe cómo ha cambiado la participación femenina dentro de la comunidad matemática en niveles licenciatura, posgrado y como miembros del personal académico, y se le compara con el de otras disciplinas. 



En el 2009 a nivel global, la UNAM reportó por primera vez más mujeres que hombres inscritos al ciclo escolar 2008-2009. Según datos del ANUIES de 1990 y 2004 la matrícula femenina se incrementó de 40 a 49 por ciento en diez años. En matemáticas y carreras afines el porcentaje de mujeres inscritas como estudiantes en los años 1994 y 2004 fue de 33% y 38% respectivamente, es decir que se tuvo un incremento inferior que el promedio general. Respecto a la eficiencia terminal se observa que las mujeres siguen trayectorias más regulares en la licenciatura y desertan menos. De cada 100 estudiantes que se titulan de una licenciatura en matemáticas 43 son mujeres.



En México en los diferentes programas de maestría en matemáticas para el 2004 la matrícula femenina representaba el 24% . También a nivel maestría la eficiencia terminal de las mujeres es mayor, representando el 47% de estudiantes titulados en 2004, se piensa que tal vez los hombres tengan más presiones de carácter laboral que dificulten su titulación. "Vale la pena señalar que de 164 mujeres inscritas en programas de maestría en 2004, 98 decidieron hacerlo en programas de maestría en ciencias, mientras que 66 se especializaron en la enseñanza de las matemáticas, lo que ilustra que esta orientación sigue atrayendo a un buen número de mujeres". En los programas de doctorado en matemáticas en México, para el 2004 la matrícula femenina representaba el 24%, aunque en el caso del Doctorado en Matemática Educativa este porcentaje sube a 50%. En cuanto a eficiencia terminal para este año el 42% de los que obtienen un grado en doctor en matemáticas son mujeres. Algo a resaltar es que tanto al salir de la licenciatura como de la maestría, un porcentaje menor de mujeres decide continuar sus estudios, se sugiere como posible causa la condición materna: 50% de las estudiantes universitarias mayores de 25 años son madres. De los 2,309 becarios Conacyt que obtuvieron un grado de doctor en 2008, solamente 36 lo obtuvieron matemáticas, y de éstos 14 fueron mujeres y sólo una lo hizo en matemáticas educativas.



En cuanto al personal académico en las distintas instituciones a nivel nacional "Hasta 1982, el 25.9

por ciento de la planta estaba constituido por mujeres; en 1990 esta cifra se incrementó al 34.2 por ciento, 
y en 1998 alcanzó una cifra récord de 41.6 por ciento, para descender en 2007 al 40.7 por ciento. Quizás
ello mostraba que se había alcanzado ya un techo difícil de rebasar." Un cambio importante en cuanto a la habilitación del personal académico en general es que a principios de los 90's la mayoría tenía licenciatura como grado máximo, mientras que en el 2007 la mayoría contaba con maestría. "Hasta 1990, las mujeres integrantes del personal académico tuvieron la posibilidad de escoger entre ser madres primero y después terminar sus estudios de posgrado... Actualmente esta posibilidad es cada vez más remota..." Para el análisis de la participación femenina se eligieron 41 institutos de investigación o de educación superior que ofertaran al menos un programa de licenciatura o posgrado en matemáticas. Las mujeres resultaron ser casi la cuarta parte del total de la planta académica, cifra por debajo del 40% que se registra a nivel global. "En cuanto a la habilitación, se observa que 45.1 por ciento de las mujeres matemáticas en la academia poseen doctorado, muy por encima del 33 por ciento general..." 


Considerando datos del Sistema Nacional de Investigadores SNI, del total de matemáticos miembros del personal académico a nivel nacional 40 por ciento es miembro del SNI, y de éstos 21.4% son mujeres. Vale la pena contrastar este último dato con el porcentaje  del personal académico de instituciones federales en términos globales (hombres y mujeres) que es miembro del SNI, que es sólo del 29.3% . El área de humanidades es la que reporta mayor participación femenina en el SNI con 48%, mientras que para ciencias físico-matemáticas y de la Tierra es de 18.3% (el menor de todas las áreas). Del total de matemáticos que cuentan con SNI las mujeres representan el 31 por ciento de los candidatos: 25 por ciento del nivel 1; 13 por ciento del nivel 2; y 3 por ciento del nivel 3  "...no deja de sorprender que el porcentaje de mujeres matemáticas con nivel 3 en el SNI sea menor al de ciencias exactas: 0.3 contra 1.1 por ciento, y muy por debajo si se compara con el porcentaje total de mujeres en el SNI con nivel 3, que es de 4.4 por ciento. Cabe señalar que hasta ahora ninguna mujer matemática ha sido miembro de un comité evaluador de este área." 



Revisando las cifras internacionales se observa que los países del norte de Europa tienen menor participación femenina en matemáticas respecto a los países del sur. En México la situación de las matemáticas en la academia es similar a los países del sur de Europa.



Algunas de las conclusiones que presenta el artículo son:



1. "El número de mujeres que estudia matemáticas se ha incrementado en los últimos años a una tasa menor que en otras disciplinas." Se observa que las mujeres aún prefieren disciplinas que refuerzan el papel social que durante años se les ha asignado: la docencia, el cuidado de los otros, las artes.




 2. Aunque las mujeres presentan una eficiencia terminal superior, en comparación con los hombres un porcentaje menor opta por continuar sus estudios.




3. "La cuarta parte del personal académico es femenino, lo cual es un porcentaje bajo respecto a otras disciplinas, pero comparable con las cifras que reportan otros países."




4. La participación de las mujeres matemáticas en el SNI es alto, comparable al de otros campos de

las ciencias exactas, pero el número de investigadoras en los niveles 2 y 3 está por debajo de lo que podría esperarse en ciencias exactas.


La autora recalca que se necesitan entender los factores que influyen positiva o negativamente en el desarrollo académico de hombres y mujeres, el cual se muestra desigual, y que esta es una tarea compleja. Aunque la maternidad pareciera un factor que incide faltan más estudios para elaborar este tipo de conclusiones.



Los datos anteriores reflejan que las mujeres representamos un capital humano importante dentro de la comunidad matemática, que el comportamiento de la participación femenina se muestra desigual con respecto a la masculina, pero con patrones claros. Así pues vale la pena seguir recabando información y entendiendo las causas de la inequidad para así poder planear de mejor manera las políticas de las instituciones de educación e investigación con una perspectiva de género.




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