jueves, 24 de septiembre de 2015

¿Ser feminista es odiar a los hombres?

No. Soy feminista y amo a los hombres, los amo profundamente. No a todos. Nadie ama a todos los seres humanos sólo por el hecho de pertenecer a cierto sector (exceptuando discursos religiosos). Pero sí tengo fuertes lazos de querencia con muy diversos hombres en las intensidades respectivas, mi pareja (hombre), mi padre, mi hermano, amigos cercanos, no tan cercanos, profesores, colegas. Por supuesto también amo profundamente a las mujeres. No a todas. De hecho me gustan tanto mujeres y hombres que quisiera amarlos aún más, y esa es justo una de las razones por las que soy feminista ¿Desde cuándo dejó de ser requisito odiar a todos los hombres para ser feminista? Bueno, pues nunca lo ha sido, no lo es ni lo será. Lo que sí es requisito es no odiar a las mujeres.

¿Cómo es que el feminismo me hace querer más a los hombres? Pues de entrada quiero a los hombres en los diversos sentidos en que cualquier mujer puede querer a un hombre. Pero al igual que cualquier otra personas, este gusto, esta admiración o cariño se daña cada vez que alguno de estos hombres me maltrata o actúa contrario a mis valores, en particular de respeto hacia las mujeres. Pero gracias a que me reconozco como feminista, y a que milito como tal en los espacios donde puedo, mujeres y hombres a mí alrededor han ido cambiando sus actitudes. 

Antes me caía muy bien mi jefa y la quería, pero ahora que agenda talleres de género y se esfuerza verdaderamente porque lo que organicemos no acaben siendo clubes de tobi, la admiro y quiero más. Antes quería a mis amigos y colegas, pero ahora que han reducido sus chistes y comentarios sexistas en mi presencia los quiero más (sí, es posible tener una conversación con amigos hombres sin escuchar que “fulanita está bien buena” y todas esas frases que de sobra conocemos, créeme). Ahora que puedo comunicar mejor lo que me gusta o no en una relación, redescubrir los procesos del enamoramiento, cuidarme psicológica y emocionalmente, estoy más a gusto con mi relación de pareja. Antes tenía amigas, pero ahora tengo más y muy solidarias. En gran medida todo esto es gracias a que soy feminista. Tener este halo de seguridad a mi alrededor me hace sentir muy bien, tanto que a veces lo olvido, pero basta internarme en cualquier espacio machorrín donde no se me tome en cuenta para recordarme que en general las cosas no son así.

A quienes me maltrataron, ex parejas, conocidos, jefes, profesores, y que yo pensaba que quería pero luego me di cuenta que en realidad les tenía miedo o de plano pavor, pues a esos no los quiero, ni quiero quererlos. Pero la verdad tampoco quiero odiarlos, y si lo hago quisiera dejar de hacerlo porque odiar implica un gasto considerable de energía que quisiera invertir en cosas más productivas. Tampoco quiero a quienes han dañado a mis amigas, conocidas u otras mujeres en general, con este tipo de actos u otros más sutiles. No me pidan poner buena cara ante alguien que humilla a su pareja o delante de uno de esos profesores ligadores de alumnas o festejar los chistes sexistas del jefe en el espacio de trabajo. No lo voy a hacer, no me interesa ser amiga de esa gente, repruebo sus actos porque sé que aunque sutiles, cualquier acto sexista dañan a las mujeres. Conviviré con ellos lo mínimo necesario porque también entiendo que no está en mí echarlos a la hoguera ni aunque quisiera. Pero repito, eso no hace que odie a todos los hombres. Odio sí a los feminicidas, los violadores, los golpeadores, los acosadores y desde mi trinchera lucharé por que no haya más actos de este tipo.

Así que no, no se necesita odiar a los hombres en general para ser feminista, lo único que se necesita es tener un deseo honesto por mejorar las condiciones de las mujeres (tú incluida si eres mujer). Y si existen discursos diciendo algo diferente es porque en general todo lo que tenga que ver con quitar privilegios va a generar resistencia, y el programa feminista incluye eso, quitar los privilegios que tienen los hombres en detrimento del bienestar de las mujeres. No incluye dejar de amar a los hombres que amamos, y sí amarlos de mejores maneras.

miércoles, 10 de junio de 2015

Mis problemas con las mujeres.


“Permítanme que les cuente mi problema con las mujeres… tres cosas pasan cuando hay mujeres en el laboratorio… Te enamoras de ellas, ellas se enamoran de ti y cuando las criticas, lloran.”


Después de un tiempo (muy largo) sin escribir, me topo con esta frase de oro puro. El contexto es el siguiente: la frase anterior fue dicha en la Conferencia Mundial de Periodismo Científico 2015 por nada más y nada menos que Sir Tim Hunt, premio Nobel de Medicina en 2001 y miembro de la Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural. El laureado bioquímico agregó estar a favor de que hombres y mujeres trabajen en laboratorios separados. Desde su ocurrencia de ser divertido soltando estas frases que en realidad denostan el trabajo científico de las mujeres y las hacen parecer como sólo un problema que Hunt simplemente no puede manejar, el científico ha recibido una oleada de críticas bien merecidas. La Real Society salió salpicada y ya se ha deslindado de los comentarios aunque de manera, hay que decirlo, muy poco afortunada. 

Quizás esté yo con aires optimistas, pero dentro de esta cochinada me dio por ver un montón de oportunidades. Analicemos lo que significan estas frases tiradas tan a la ligera por alguien que evidentemente ha tenido mucho éxito en el ámbito científico. Después de una vida trabajando en la academia Hunt llega a las siguientes conclusiones:

  • Los hombres se enamoran de las mujeres.
  • Las mujeres se enamoran de los hombres.
  • Las mujeres lloran cuando se critican sus ideas.
  • Todo lo anterior es un problema para el quehacer científico.

En su posterior disculpa en una entrevista de la BBC Hunt alega que no fue su intención ofender a nadie, pero que lo que dijo es su apreciación honesta, que él mismo “se ha enamorado de mujeres de su laboratorio, que mujeres del laboratorio se han enamorado de él y que esto es muy perjudicial debido a que es muy importante que en un laboratorio las personas estén en igualdad de condiciones” agregando que “encuentra que estas relaciones hacen la vida muy difícil”. Además que “Es muy importante que uno pueda criticar las ideas de las otras personas sin criticarlas a ellas. Y si estallan en lágrimas uno se puede refrenar y no llegar a decir toda la verdad.”

De lo anterior se puede deducir directamente que, a decir de Hunt:

  • Las relaciones lascivas afectan el trabajo científico.
  • Es muy importante para el buen funcionamiento de un grupo dedicado a la ciencia el que sus integrantes estén en igualdad de condiciones, en un ambiente mixto no lo están.
  • Los integrantes de la comunidad científica deben tolerar las críticas a sus ideas.

 Pero todo esto… ¡Es lo que un sector de feministas dentro de la academia hemos estado repitiendo una y otra vez! Que lo privado afecta el quehacer científico; que no hay igualdad de condiciones de género en la academia; que las relaciones lascivas no son un hecho aislado, es algo que ocurre de manera cotidiana y que cuando éstas ocurren la balanza se desequilibra mucho más; que se debe de actuar para lograr la equidad, ésta no va a llegar por sí sola. Pero cuando una le dice esto a la comunidad, cuando una confronta las ideas de las personas sobre cómo se relacionan hombres y mujeres suele suceder que, sobre todo los hombres, ¡Estallan en ira! Se lo toman personal y una se tiene que refrenar y no llega a decirles todas las verdades… y a decir de Hunt esto es muy, muy perjudicial para la ciencia.

Vayamos ahora a las propuestas de Sir Tim Hunt. Según él todo esto se solucionaría creando instituciones exclusivas para hombres e instituciones exclusivas para mujeres. Bueno, no nos cerremos a las propuestas, seamos open minded y echemos a volar la imaginación. ¿Qué pasa si retomamos esta solución? Pues hacerla realidad pasa por construir un edificio, sea laboratorio, instituto, centro de investigación, etc. tal y como el que está funcionando ahorita, duplicarlo cual dos gotas, y equiparlo con la misma infraestructura, el mismo presupuesto, el mismo número de plazas, los mismos salarios, el mismo reconocimiento y echar un volado a ver quiénes ocupan el nuevo edificio, si hombres o mujeres. Podríamos mandar la propuesta a nuestros congresistas encargados de la ciencia, aunque me da la corazonada de que estarán renuentes a la idea de doblar en número de instituciones educativas y de investigación en el país.

Por si lo anterior no funciona no está de más un plan B. Si la segregación no ocurre veamos qué se puede solucionar en un contexto mixto. Es un sentimiento muy feo y muy innecesario esto de tomarse personal las críticas, si bien es algo que le sucede a todas las personas en mayor o menor medida, estadísticamente hablando a las mujeres les afecta más y de manera más decisivas, aclarando que no a todas las mujeres les ocurre esto. Para no dar lugar a confusión, creo que esto se debe no a una causa biológica, si no al resultado de las condiciones objetivas en que vivimos las mujeres, pero ese es un tema muy amplio que no discutiré aquí. Aceptemos pues a quienes nos pase, que para trabajar o estudiar mejor y con menos sufrimiento, sería buena idea controlar nuestros sentimientos de tristeza para que no estallemos en llanto. Va. Ahora que asumimos que los sentimientos se pueden controlar, entonces deje de hacerse la víctima de Eros y controle su deseo, lujuria o amor hacia las mujeres que lo rodean. Así como usted controla la tristeza también puede controlar estas otras emociones ¡Hágalo! De lo contrario ya sabe lo que sucede, el ambiente se enrarece y eso es muy, muy perjudicial para la ciencia. Esto va nuevamente para todo el que lo necesite ¡No seduzca ni se enamore de su alumna o de las alumnas de sus colegas! Es un hecho, las mujeres se enamoran de los hombres, si una alumna se enamora de usted ¡No promueva ese enamoramiento! Es difícil imaginar una situación más inequitativa, y estar en una relación así eventualmente afectará de manera negativa el quehacer académico y le hará la vida difícil sobre todo a quien esté en condiciones más precarias.

Como les digo, esta noticia me hizo el día. Ojalá todos externáramos abiertamente  lo que pensamos sobre las relaciones entre hombres y mujeres en nuestros centros educativos y de trabajo, y en general en los espacios de convivencia. Ojalá todos aceptáramos éstos y otros muchos problemas que percibimos. Ojalá todos escucháramos sin escándalo las propuestas de solución de manera tolerante y, a diferencia de Hunt, ojalá estuviéramos dispuestos a cambiarnos desde nuestro interior, desde nuestras emociones y pensamientos, antes de lanzarnos a la empresa titánica de modificar por completo todo el entorno para, sin cambiarnos, crear un ambiente donde simplemente sean físicamente imposibles las situaciones problemáticas. El verdadero error y cinismo de Hunt en esta historia es que, ante su aversión a las rosas blancas,  quiere pintarlas todas de carmín.

http://www.theguardian.com/uk-news/2015/jun/10/nobel-scientist-tim-hunt-female-scientists-cause-trouble-for-men-in-labs

http://www.bbc.com/news/uk-33077107

jueves, 22 de mayo de 2014

(Otro) Día de las Madres


A mi mamá, que se tuvo que aguantar en repetidas ocasiones la pregunta  “¿Por qué no eres una mamá como las otras?”, y a quien agradezco sus no sacrificios, los que han sido un ingrediente tan importante para ser quien soy y hacer lo que hago.

Soy mujer, doctora en matemáticas, profesora universitaria en una institución en el interior del interior de la república, divulgadora de la ciencia, socialista, feminista, militante, buena cocinera, muy buena (aunque potencialmente histérica) agente de viajes a los más alucinantes parajes que mi bolsillo puede pagar. Estoy por cumplir treinta, soy soltera, vivimos solas mi cachorra Nuit y yo.

Desde hace algún tiempo tengo el deseo de ser mamá. Desde hace aún más tiempo mi familia tiene el deseo de que yo sea mamá. A mi abuela la recuerdo derramando amor en forma de lecciones de español, geografía o matemáticas, de entrenamiento en reconocer sabores y perderle el miedo al aceite hirviendo. La recuerdo también divulgando teorías sobre la validez moral de embarazarse sin pedir consentimiento al teórico padre “tú ten un hijo sin pedir permiso, ya después pides perdón”, consejo que dicho sea de paso con los años ha pasado de parecerme una idea cruel a considerarlo una no tan mala. Fuera de las presiones familiares, cada vez es más claro que casi cualquier niño me produce una ternura gigante. Mi sección favorita de las librerías sigue siendo la de libros infantiles, y paso largos ratos buscando tesoros en papel de historias inverosímiles delicadamente ilustradas. Cada vez es más común que mis amigos señalen, sobre la forma en la que interactúo con sus hijos pequeños, que “es raro que te haya tomado tanta confianza porque en general no es así”, comentario que más allá de ser cierto o sólo un halago de mis camaradas, me hincha el ego. Estoy pues en ese tren de mujeres de alrededor de treinta años moviendo hilos para concebir un humano de dedos y uñas diminutas.

Todo esto es parte de mí, y he logrado disfrutarlo como un proyecto de vida a quién sabe si corto, mediano o largo plazo. Pues bien, en esas estaba cuando por casualidad asistí al “evento del día de la madre” del pueblo donde vivo, un pueblo genérico del sureste mexicano, con su genérico homenaje a las madres mexicanas. Y bueno, el estar allí escuchando una tras otra las alabanzas a la madre mexicana es una de las poquísimas cosas que me han hecho cambiar por un rato mi aspiración de madre por un “creo que estoy mejor así”. La mayoría de los números eran dirigidos o totalmente realizados por varones, y en casi todos se mencionó hasta el hartazgo las virtudes de los sacrificios hechos por las madres, y lo agradecidos que estaban los artistas por dicho sacrificio que, entre otras cosas, les había permitido estar en el escenario en ese momento. Se agradecían hasta el cansancio los cuidados maternos que involucraban angustias, encadenamiento a la rutina, renuncia de los placeres y sobre todo el hecho, voluntario o no, de haber parido a tales hombres de talentos notables.

Uno de los comentarios de la noche, dicho en forma de verso por un niño decimero de nueve años, fue que “la madre es un esquema”, y me queda claro que está en lo cierto. Pues bien, es un esquema que así planteado no quiero ser. Si quiero un hijo es porque sé sobre los muchos placeres de la vida: el viajar desde la ciudad hasta la orilla del mar para admirar el cielo plagado de estrellas, el descubrir un sabor completamente nuevo que sea el comienzo de una historia memorable, el observar las increíbles consecuencias de una idea sencilla. Porque a pesar de todos los pesares la vida es tan maravillosa, tan llena de sorpresas, porque la capacidad de amar supera a cualquiera, por eso quiero compartir el mundo, por eso quiero mostrarlo y admirarlo reflejado en unos ojos pequeños. ¿Cómo demonios haría eso sumida en un letargo de rutina, renuncia y abnegación? ¿Qué sentido tendría anular mi actuar para descargar mis ambiciones en alguien cuyos anhelos desconozco? ¿Por qué querría que un ser amado estuviera obsesionado con mi sazón, incapaz de apreciar otras delicias?

No sé si llegaré a ser la madre que ahora imagino ser, pero sé quien soy ahora, una mujer capaz de pensar, de aprender, de soñar y de crear. Y sé porque lo veo cuál es la situación actual de quienes son mamás, y a quienes la camisa de fuerza que es el “esquema de la madre” han atado a una vida, efectivamente, de renuncias, sacrificios y angustias. Quiero pues, construir un mundo de mujeres libres, realizadas, plenas. Donde se reconozca la importancia del trabajo de cuidados y la responsabilidad de la sociedad entera por el bienestar de sus niños. Donde no se exija de aquella “que nos trae al mundo” la satisfacción entera de nuestras necesidades a costa de su humanidad, sin tan siquiera ofrecerle las herramientas necesarias para tal empresa. Donde el concebir no sea un contrato de trabajos forzados y el ser madre sea uno más en los placeres en la vida de las mujeres, y no la definición de su ser. Un mundo sin que sea un orgullo el enunciar los sacrificios que otra persona está condenada a hacer para sostenernos a nosotros. En palabras de Simone de Beauvoir:

“…la mujer que posea la vida personal más rica será la que más dé al hijo y la que menos le pida; la mujer que adquiera en el esfuerzo y la lucha el conocimiento de los verdaderos valores humanos será la mejor educadora.”

Un mundo donde todos los días cualquiera tenga la capacidad de sorprenderse por mérito propio, de enorgullecerse de sí misma y de disfrutar de su vida. 

Primer Encuentro de Mujeres Matemáticas Mexicanas



Leonardo Martínez
leomtz@im.unam.mx
Unidad Juriquilla, IM-UNAM

Eréndira Munguía Villanueva
erendira.munguia@gmail.com
Universidad del Papaloapan



Con el objetivo de crear un foro para la visibilización y el reconocimiento de las mujeres matemáticas mexicanas, los días del 23 al 26 de enero de 2014 se llevó a cabo el Primer Encuentro de Mujeres Matemáticas Mexicanas. El evento fue organizado por la Comisión de Equidad y Género de la Sociedad Matemática Mexicana, la cual se creó en octubre del 2013.


El género se define como el conjunto de relaciones sociales basadas en la diferencia sexual. Dentro de esta categoría se encuentran todas las diferencias aspiracionales y de conducta que parten de la diferencia sexual, así como también las diferencias objetivas de participación y empoderamiento entre hombres y mujeres.

La ONU ha reconocido que alrededor del mundo las mujeres se encuentran en una situación de desventaja, y mediante sus instrumentos ha comprometido a sus estados miembros, entre ellos México, a generar procesos para reducir esta inequidad. Esta situación desfavorable se expresa, en particular, en una baja participación femenina en los puestos más altos de la academia. Descartados los argumentos que explicaban este fenómeno como una incapacidad biológica de las mujeres para enfocarse en la labor científica, restan las explicaciones de tipo social y cultural, las cuales son suceptibles de ser modificadas con el objetivo de dar mejores herramientas para que mujeres y hombres alcancen una plenitud acad émica y laboral.

Se ha demostrado que la presencia y visibilidad de las mujeres tienen efectos positivos. Esto crea modelos a seguir para mujeres jóvenes, niñas y niños, lo cual a su vez puede impactar en su desempeño académico y sus aspiraciones profesionales.


La sede del evento fue el Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro Manuel Gómez Morín. Se registraron 279 solicitudes de participación, de las cuales el 69% fueron enviadas por mujeres y el 31% por hombres.

Durante la reunión matemáticas mexicanas de diversas áreas de investigación compartieron su trabajo matemático a colegas y estudiantes, además de esto se expusieron dos ponencias sobre género y  se llevaron a cabo dos mesas redondas sobre temas relacionados con mujeres y academia. Para documentar el evento se llevó un registro en video de las conferencias y se realizaron algunas entrevistas. A partir de este material se produjo el DVD "Primer Congreso de Mujeres Matemáticas: Actitud y vanguardia", cuya realización estuvo a cargo de María Eugenia Tamez y su equipo de producción.


Las conferencistas plenarias y sus pl áticas fueron:

  • Liliam Alvarez (Academia de Ciencias de Cuba) Las mujeres y las matemáticas: ¿Hasta dónde la equidad?
  • Claudia Gómez Wulschner (ITAM) Matemáticas ¿Todavía una actividad masculina?
  • Marí a Emilia Caballero (IM-UNAM) Del an álisis a la probabilidad.
  • M onica Clapp J menez Labora (IM-UNAM) El efecto de las simetrías y de la topología del dominio en algunos problemas elípticos.
  • Isabel Puga Espinosa (FC-UNAM) Un panorama de la teoría de los contínuos.
  • Luz de Teresa de Oteyza (IM-UNAM) Control de ecuaciones parab ólicas acopladas: Encuentro de áreas.
  • Clara Grima (Universidad de Sevilla) Tengo unas matemáticas y sé cómo usarlas.

La primer mesa redonda fue la de "Problemáticas de género en la academia" donde cada participante expresó desde su experiencia laboral y de vida cuáles eran a su juicio los principales problemas en materia de género que dificultaban el desarrollo académico de las mujeres, así como algunas propuestas de solución. Hacia el final hubo alrededor de media hora para intervenciones del público. Los participantes fueron Lilliam Alvarez, Mar ía Jos e Arroyo (UAM-I), Claudia G omez, Clara Grima y Luis Montdejano (UNAM).

 Algunos puntos a resaltar fueron:
  • La falta de visibilización de las mujeres científicas en los medios masivos de comunicación,
  • la falta de espacios de discusion sobre las dificultades y satisfacciones del quehacer matemático, en particular para las mujeres,
  • la falta de aplicación de las normatividades en casos de acoso sexual,
  • la falta de autocofianza de las estudiantes,
  • los estereotipos de género que califican de atributos femeninos a la belleza, la sumisión y otros, los cuales a su vez son vistos como indeseables para las labores científicas,
  • la existencia de criterios desiguales para evaluar académicamente a hombres y mujeres, y que ponen en situación de desvetaja a las mujeres.
Algunas propuestas de solución fueron: impulsar una campaña en los medios masivos de comunicación para la visibilización de mujeres científicas, abrir espacios para compartir experiencias entre mujeres, realizar un diagnóstico sobre los problemas de género en la academia, informarse y difundir las normatividades en materia de género de las instituciones educativas y de investigación.


La segunda mesa redonda fue "Parejas Científicas". Los participantes fueron Javier Bracho (UNAM), Ricardo Cantoral (CINVESTAV), Irene Cruz (UNAM), Rosa María Farfán (CINVESTAV), Ana Paulina Figuerona (ITAM), Víctor Manuel García Guerrero (COLMEX), Adriana Hansberg (UNAM) y Adolfo Magaldi.

 El objetivo de la mesa fue que los invitados compartieran su experiencia como pareja en la ciencia. Se abordaron dos temas principales. Uno fue la distribución de roles y el otro la toma de decisiones en la pareja. Se señaló la importancia de los beneficios de la seguridad social o apoyos similares como ayuda para el cuidado infantil, el que las relaciones de poder son más el resultado de la estructura social de conjunto que de decisiones personales, y la necesidad de procesos enfocados al empoderamiento de las mujeres en el ámbito académico.


Durante el último día se presentó una sesión de posters en las categorías de estudiantes de licenciatura, maestría, doctorado y de profesores. En total se recibieron 46 posters, aproximadamente el 15% fueron de hombres y el 85% de mujeres. Se otorgaron reconocimientos a los posters más destacados de las categorías estudiantiles, 5 de éstos a hombres y 4 a mujeres.


El colectivo La A en Ciencia realizó un formato de encuesta de salida con las siguientes preguntas de opinión:
¿Qué fue lo que más/menos te gustó del Primer Encuentro de Mujeres Matem áticas Mexicanas? ¿Por qué?
¿Qu é sugerirías para mejorar el encuentro?

Se recolectaron 57 encuestas, 44 fueron contestadas por mujeres y 13 por hombres. Dentro de las opiniones recolectadas destacan las siguientes impresiones:

El Encuentro fue un evento pertinente, el objetivo de visibilización de las mujeres matemáticas ante los asistentes se cumplió exitosamente, e incluso, se cubrieron otros objetivos de la agenda sobre trabajos de género, como la apertura a la discusión de problemáticas de las mujeres en la academia, lo cual fue percibido positivamente.

La diversidad de temas matemáticos abordados en las pláticas, así como el contenido de éstas fue de gran agrado. La oportunidad de participación de alumnas en la sesión de posters se percibió como un estímulo positivo para las jóvenes.

En general las y los asistentes reconocieron que este Primer Encuentro superó sus excpectativas y se encuentran entusiastas con próximos encuentros de esta tónica. Dentro de las sugerencias se destacan:

  • Ampliar la duración del evento, la difusión del mismo y el número de becas para asistentes.
  • Mejorar las técnicas de discusión en las mesas redondas y ampliar los temas referentes al género.
  • Crear un espacio de vinculación entre asistentes de distintas instituciones.


El Comité Organizador del Encuentro estuvo compuesto por Gabriela Araujo Pardo (UNAM, Coordinadora de la Comisión de Equidad y Género de la SMM), Carlos Barrera Rodrí guez (UNAM), Natalia García Colín (UNAM) y Rubén Martínez Avendaño (UAEH).

Fue fundamental para la realización del evento el apoyo de las siguientes instituciones patrocinadoras: Fundación Sofí a Koval evskaia, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Centro de Investigación en Matemáticas, A.C., Centro de Innovación Matemática, Centro de Investigación y Estudios Avanzados
del Instituto Politécnico Nacional, Facultad de Ciencias (UNAM), Instituto de Matemáticas (UNAM) y Universidad Autónoma Metropolitana.


domingo, 15 de diciembre de 2013

¡A qué bueno está este baile!



En cuestión de bailes los hay como la samba, donde se luce la destreza individual para complicados movimientos de caderas y se puede igual bailar sól@ que acompañad@, y los hay como la polka, donde se requiere de bailar en pareja con un contacto cuerpo a cuerpo considerable. En todos los bailes de pareja hay quien guía y quien es guiado, el que guía tiene que darle instrucciones al otro para realizar tal o cual movimiento jalándol@ o empujándol@ suavemente. Pareciera entonces que el que guía es el único que ejerce fuerza, presión, sobre el compañero, pero esto no es cierto ya que casi por leyes físicas el que es guiado también debe ejercer fuerza sobre el otro de magnitud proporcional y sentido contrario, de lo contrario terminará en el piso. Para la samba la fuerza sobre el otro que se requiere es poquita, para la cumbia o la salsa un poco más, y para el tango se requiere que ambos ejerzan una presión considerable porque no hay otra manera de obtener impulso para realizar los giros propios del baile y que éste resulte fluido. 

Una de las dificultades de aprender un baile nuevo es justo saber cuánta fuerza se requiere para lograr los movimientos, si ponemos demasiado poca no lograremos completar el giro y si ponemos mucha lastimaremos al compañero. Me parece que en las ciencias sociales o políticas pasa algo similar, cuando escuchamos un argumento no podemos dejarnos llevar así nomás, debemos escuchar y dar réplica con una actitud crítica y acorde con la seriedad y el nivel de lo que estamos oyendo, para así provocar una dinámica constructiva que nos permita avanzar sobre el tema que se discute. Pero hacer esto de manera adecuada no es trivial, requiere de práctica y reflexión de nuestra parte. En el baile todos sabemos que aunque la música sea la misma y el paso básico no cambie, no es lo mismo bailar con Javier que con Beto, no es lo mismo bailar con Laura que con Rosa, y evidentemente no es lo mismo bailar con Daniel que con Carla. También cuando discutimos sobre política o sobre proyectos sociales no sólo debemos medir nuestras fuerzas tomando en cuenta el tema sino también a nuestro interlocutor. 

Algo que simplemente me fascina del baile es que los errores nunca son terribles, perder el paso no es más que una oportunidad para tomar aire, mirar a los ojos al compañero, escuchar atentamente la música y recuperar el paso. También en la vida equivocarse debe tomarse como una oportunidad para hacer una pausa, tratar de ubicar la realidad y continuar, corrigiendo el paso. Aquí llegamos a un punto clave que es que para bailar se necesita escuchar la música, aunque uno sepa la técnica para realizar los pasos y lo haga correctamente, “bailar” sin música es hacer teatro o malabarismo o algún otro arte. Así tratar de hacer política o sociología sin escuchar la realidad no nos conduce a las soluciones que buscamos. Si para este momento usted está ya algo tenso y cansado, pensando que esto se ha convertido en una pesado discurso teórico sobre la danza, no se preocupe, lo único que requiere es subirle el volumen a su tango, guaracha, son, polka o electro cumbia preferida, soltar el cuerpo y dejarse llevar.

“Bailemos, bailemos… de otro modo estaremos perdidos” Pina Bausch.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Los trabajos de género en la UNAM ¿Qué hay de nuevo?



Este año se aprobaron los lineamientos generales para la igualdad de género los cuales son de observancia obligatoria para todas las instituciones de la UNAM. ¿De qué se tratan? ¿Cómo surgieron? ¿Qué implican?

¿De qué se trata?

De sentar las normas generales para lograr que tanto mujeres como hombres tengan las mismas oportunidades de desarrollo en la UNAM, en particular para erradicar la violencia de género, teniendo como marco un enfoque moderno y científico. Algunos de los conceptos que retoma son la transversalización y las faltas por omisión.

¿Cómo surgieron?

Si bien ha habido grandes avances para las mujeres en las últimas décadas, es necesario un análisis objetivo de la situación actual para reconocer las tareas que faltan. Las leyes a favor de las mujeres aprobadas a partir de la década de los 90’s con las que cuenta México fueron el fruto de varias décadas de luchas de grupos feministas. Estas leyes permitieron, sobre todo, el incremento de la fuerza de trabajo femenina, al aceptar a las mujeres en las escuelas, trabajos y al darles acceso a métodos anticonceptivos. Estos cambios se dieron en el contexto de los tratados de libre comercio que demandaban un incremento de mano de obra. Al mismo tiempo se creó una élite de mujeres que se declara abiertamente feministas y sin objeciones al neoliberalismo, al contrario de sus predecesoras de los 70’s cuyos movimientos eran mucho más contestatarios, y que impulsaron programas asistencialistas para sectores de mujeres trabajadoras, pero sin intentar modificar las instituciones gubernamentales y sin identificarse realmente con los sectores de mujeres más vulnerables. Así, bajo el discurso de igualdad de oportunidades para todos, se logró proyectar una apariencia superficial de equidad. Pero los datos duros nos revelan una realidad que aún dista de ser justa y que nos grita que las mujeres seguimos estando en una situación desfavorable en el país y alrededor del globo. Aún con el incremento de mujeres trabajadoras y de los avances educativos los puestos de poder siguen en su gran mayoría en manos masculinas y las mujeres ganan, como sector, menos que los hombres, aunque siguen cargando sobre sus hombros el trabajo doméstico. El rostro más alarmante es el alto grado de violencia de género que aún vivimos las mujeres.[1]

Y es que en el proceso de institucionalización de los discursos feministas se dejó de lado el hecho de que la opresión de la mujer es uno de los pilares del actual sistema social y económico. Tal como nos han enseñado desde la primaria, la familia nuclear, con los roles de género que fomenta, es a la vez base de la sociedad actual y modelo de dominación del hombre hacia la mujer y de los mayores hacia el jóvenes y niños. Es decir, el cambio que llevará a una real situación de igualdad de oportunidades para todos los géneros pasa por cambiar los cimientos en los que se apoya la desigualdad social y económica que predomina en el mundo.[2]

Queda entonces mucho trabajo para eliminar en los hechos la situación de opresión de las mujeres. Pero no perdamos de vista que existe un enorme trabajo previo, teórico y práctico, del cual podemos echar mano para retomar ideas y corregir errores. Es necesario pues un enfoque que tenga como objetivo no sólo cambios formales o medidas transitorias, sino que apunte a un cambio radical en la sociedad y que actúe sobre todos los aspectos involucrados en la construcción social, simbólica y económica de hombres y mujeres. Utilizar las herramientas científicas a nuestro alcance debe ser un elemento a contemplar en toda acción que como universitarios tomemos a este respecto. Es así como los lineamientos generales para la igualdad de género de la UNAM retoman algunas de las tareas pendientes al interior de la comunidad universitaria, en un intento no sólo de responder a ciertas necesidades urgentes de las mujeres, sino de modificar la comunidad universitaria de conjunto hacia una real igualdad de oportunidades.

¿Qué implican?

La aprobación de la nueva normatividad en materia de género de la UNAM significa que de manera obligatoria toda entidad y dependencia de la UNAM deberán de concretar la igualdad de género bajo las directrices establecidas. Actualmente hay dos enfoques distintos para la planeación de acciones que contribuyan a la equidad de género. Estos dos enfoques responden a distintas necesidades que se agrupan en dos categorías: prácticas y estratégicas. Las acciones que intentan satisfacer estos dos tipos de intereses/necesidades suelen catalogarse como Trabajos dirigidos para las necesidades prácticas y Transversalización para las necesidades estratégicas (véase  http://www.laaenciencia.blogspot.mx/2013/03/trabajo-enfocado-y-transversalizacion.html ).

Además de mencionar las estrategias de trabajos dirigidos y de transversalización, los lineamientos señalan específicamente la necesidad de acciones para el combate a la violencia de género y discriminación en los ámbitos laboral y académico, la realización de  estadísticas de género y diagnósticos con perspectivas de género, y la articulación de programas para concientizar a la comunidad universitaria sobre el sexismo, la desigualdad de género y sus consecuencias en la vida institucional y de las personas.

Parte de las propuestas concretas impresas en los lineamientos generales son la coordinación de cada dependencia con el Programa Universitario de Estudios de Género para la planeación e implementación de políticas por la equidad de género, y el propiciar una cultura  de la denuncia de la violencia de género y discriminación. Invitamos pues a la lectura y aplicación de la nueva normatividad, esperando que sea una herramienta para mejorar el quehacer académico de cada uno de nosotros:

www.pueg.unam.mx/images/stories/Equidad/Lineamientos/lieneamientosversioncompleta.pdf




[1] ¿Todo el poder? Políticas públicas,violencia de género y feminismo en México. Miriam Lang. Iberoamericana, III, 12 (2003), 69-90.
[2] El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. Friedrich Engels. 1884.
[3] A Guide to Gender-Analysis Frameworks. Candida March, Inés A. Smyth, Maitrayee Mukopadhyay. Oxfam 1999.
[4] Cultivando Cambios. Rebecca Fries. Oxfam.

sábado, 10 de agosto de 2013

Sugerencias para lidiar con el "desorden de estudiante de posgrado".




Los chistes acerca de los momentos difíciles que pasamos como estudiantes de posgrado son de hecho chistosos, pero sería definitivamente más divertido que estos momentos fueran más livianos y pasajeros. Recomendamos echar un vistazo a la "Guía básica para sentirse bien" redactada por el médico Tomás Holguín que esperamos sirva para reducir los síntomas del "post-bachelor-disorder". Algunos extractos de esta guía que explica el modelo cognitivo para controlar las emociones negativas:

"Si alguna vez te has sentido realmente perturbado (una larga depresión, una ansiedad y angustia incontrolables, una ira que no puedes manejar, fobias, etc.) por algo que ha pasado y/o por cosas que aún pasan en tu vida, muy seguramente es debido a las interpretaciones que estás haciendo de esos eventos que suceden en tu vida cotidiana, es decir, a los significados que les das.

"...hacemos una breve introducción al modelo cognitivo de psicoterapia y explicamos una técnica de discusión de las cogniciones (más bien, distorsiones cognitivas) que fácilmente puede ser aplicada por todos para poder lograr un mayor control sobre nuestras emociones y/o comportamientos inapropiados (o desadaptativos)."


"A partir de su infancia, las personas desarrollan ciertas creencias acerca de ellas mismas, las otras personas y el mundo. Las creencias centrales son ideas tan fundamentales y profundas que no se suelen expresar , ni siquiera ante uno mismo. Estas ideas son consideradas por la persona como verdades absolutas, creyendo que es así como las cosas “son”.

"Estas creencias influyen en la forma de ver una situación, y esa visión a su vez influye en el modo como piensa, siente y se comporta."



La guía incluye una técnica de "triple columna" para discutir y reemplazar las creencias poco adaptativas, con  la idea de ser capaz de tener "una apreciación mas exacta y real de las mismas, y así obtenga alivio y bienestar emocional". Aquí la liga a la guía completa:


miércoles, 31 de julio de 2013

Compilación de derechos humanos.




Eréndira Munguía Villanueva.

La siguiente es una compilación de derechos humanos referentes a las mujeres y sobre todo en el ámbito académico, no pretende ser exhaustiva está pensada para ser una herramienta de reconocimiento de derechos y una invitación al análisis de los mismos. 

Como nota personal, la que escribe reconoce la importancia de la existencia de las declaraciones, convenciones y leyes aquí señaladas, así como de su utilización en los procesos de impartición de justicia y equidad, pero señala que cree que contienen serias limitaciones. Las críticas generales a las estrategias de derechos humanos serán expuestas al final del presente escrito.

Como preámbulo se recuerda que las presentes declaraciones y convenciones son instrumentos internacionales que coordina y promueve la ONU, y a los cuales se adhieren los estados  con el fin de promover y vigilar el respeto de los derechos humanos que las componen, México ha ratificado los instrumentos aquí expuestos. Así es que los únicos que pueden violar los derechos descritos son los Estados adherentes, no así los particulares. No obstante los estados pueden tener responsabilidad por las acciones que realicen particulares, si es que se comprueba que dichas acciones se enmarcan en situaciones estructurales en donde el estado ha incurrido en actos permisivos o ha fallado en la prevención de violaciones a los derechos humanos. Por otro lado los particulares tienen derecho a exigir la creación de programas, organismos, leyes, etc. que promuevan y vigilen el respeto de los derechos humanos ratificados por sus Estados.

Para la implementación de las declaraciones y convenciones aquí descritas el Estado Mexicano ha emitido en particular la "Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia" y la "Ley General para la Igualdad de Mujeres y Hombres" las cuales sí son susceptibles de ser violadas por particulares.

Los subrayados son de la autora.

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS DE LAS NACIONES UNIDAS.

Artículo 1
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fra­ternalmente los unos con los otros.

Artículo 7
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distin­ción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.

Artículo 16
1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.

Artículo 19
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Artículo 25
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.

Artículo 26
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.

Artículo 27
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.



CONVENCIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN CONTRA LA MUJER.

Artículo 1.
A los efectos de la presente Convención, la expresión "discriminación contra la mujer" denotará toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la
igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera.

Artículo 4.
1. La adopción por los Estados Partes de medidas especiales de carácter temporal encaminadas a acelerar la igualdad de facto entre el hombre y la mujer no se considerará discriminación en la forma definida en la presente Convención, pero de ningún modo entrañará, como consecuencia, el mantenimiento de normas desiguales o separadas; estas medidas cesarán cuando se hayan alcanzado los objetivos de igualdad de
oportunidad y trato.

2. La adopción por los Estados Partes de medidas especiales, incluso las contenidas en la presente Convención, encaminadas a proteger la maternidad no se considerará discriminatoria.

Artículo 5.
Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para:

a) Modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole que estén basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres;

b) Garantizar que la educación familiar incluya una comprensión adecuada de la maternidad como función social y el reconocimiento de la responsabilidad común de hombres y mujeres en cuanto a la educación y al desarrollo de sus hijos, en la inteligencia de que el interés de los hijos constituirá la consideración primordial en todos los casos.

Artículo 10.
Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer, a fin de asegurarle la igualdad de derechos con el hombre en la esfera de la educación y en particular para asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres:

a) Las mismas condiciones de orientación en materia de carreras y capacitación profesional, acceso a los estudios y obtención de diplomas en las instituciones de enseñanza de todas las categorías, tanto en zonas rurales como urbanas; esta igualdad deberá asegurarse en la enseñanza preescolar, general, técnica, profesional y técnica superior, así como en todos los tipos de capacitación profesional;

c) La eliminación de todo concepto estereotipado de los papeles masculino y femenino en todos los niveles y en todas las formas de enseñanza, mediante el estímulo de la educación mixta y de otros tipos de educación que contribuyan a lograr este objetivo y, en particular, mediante la modificación de los libros y programas escolares y la adaptación de los métodos de enseñanza;

d) Las mismas oportunidades para la obtención de becas y otras subvenciones para cursar estudios;

e) Las mismas oportunidades de acceso a los programas de educación permanente, incluidos los programas de alfabetización funcional y de adultos, con miras en particular a reducir lo antes posible toda diferencia de conocimientos que exista entre hombres y mujeres;

f) La reducción de la tasa de abandono femenino de los estudios y la organización de programas para aquellas jóvenes y mujeres que hayan dejado los estudios prematuramente;

Artículo 11.
1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo a fin de asegurar a la mujer, en condiciones de igualdad con los hombres, los mismos derechos, en particular:

b) El derecho a las mismas oportunidades de empleo, inclusive a la aplicación de los mismos criterios de
selección en cuestiones de empleo;

c) El derecho a elegir libremente profesión y empleo, el derecho al ascenso, a la estabilidad en el empleo y a todas las prestaciones y otras condiciones de servicio, y el derecho a la formación profesional y al
readiestramiento, incluido el aprendizaje, la formación profesional superior y el adiestramiento periódico;


2. A fin de impedir la discriminación contra la mujer por razones de matrimonio o maternidad y asegurar la efectividad de su derecho a trabajar, los Estados Partes tomarán medidas adecuadas para:

a) Prohibir, bajo pena de sanciones, el despido por motivo de embarazo o licencia de maternidad y la discriminación en los despidos sobre la base del estado civil;

b) Implantar la licencia de maternidad con sueldo pagado o con prestaciones sociales comparables sin pérdida del empleo previo, la antigüedad o los beneficios sociales;

c) Alentar el suministro de los servicios sociales de apoyo necesarios para permitir que los padres combinen las obligaciones para con la familia con las responsabilidades del trabajo y la participación en la vida públicaespecialmente mediante el fomento de la creación y desarrollo de una red de servicios destinados al cuidado de los niños;

Artículo 16.
1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas adecuadas para eliminar la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones familiares y, en particular, asegurarán en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres:

e) Los mismos derechos a decidir libre y responsablemente el número de sus hijos y el intervalo entre los nacimientos y a tener acceso a la información, la educación y los medios que les permitan ejercer estos derechos;

g) Los mismos derechos personales como marido y mujer, entre ellos el derecho a elegir apellido, profesión y ocupación;

CONVENCIÓN INTERAMERICANA PARA PREVENIR SANCIONAR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER "CONVENCIÓN DE BELÉM DO PARÁ" .


Artículo 6
El derecho de toda mujer a una vida libre de violencia incluye, entre otros:

b.  el derecho de la mujer a ser valorada y educada libre de patrones estereotipados de comportamiento y prácticas sociales y culturales basadas en conceptos de inferioridad o subordinación.


Artículo 8
Los Estados Partes convienen en adoptar, en forma progresiva, medidas específicas, inclusive programas para:

b.  modificar los patrones socioculturales de  conducta de hombres y mujeres, incluyendo el diseño de programas de educación formales y no formales apropiados a todo nivel del proceso educativo, para contrarrestar prejuicios y costumbres y todo otro tipo de prácticas que se basen en la premisa de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los géneros o en los papeles estereotipados para el hombre y la mujer que legitiman o exacerban la violencia contra la mujer;


LEY GENERAL DE ACCESO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA

CAPÍTULO II
DE LA VIOLENCIA LABORAL Y DOCENTE

ARTÍCULO 10.- Violencia Laboral y Docente: Se ejerce por las personas que tienen un vínculo laboral, docente o análogo con la víctima, independientemente de la relación jerárquica, consistente en un acto o una omisión en abuso de poder que daña la autoestima, salud, integridad, libertad y seguridad de la víctima, e impide su desarrollo y atenta contra la igualdad. Puede consistir en un solo evento dañino o en una serie de eventos cuya suma produce el daño. También incluye el acoso o el hostigamiento sexual. 

ARTÍCULO 11.- Constituye violencia laboral: la negativa ilegal a contratar a la Víctima [persona en quien se ejerce violencia] o a respetar su permanencia o condiciones generales de trabajo; la descalificación del trabajo realizado, las amenazas, la intimidación, las humillaciones, la explotación y todo tipo de discriminación por condición de género. 

ARTÍCULO 12.- Constituyen violencia docente: aquellas conductas que dañen la autoestima de las alumnas con actos de discriminación por su sexo, edad, condición social, académica, limitaciones y/o características físicas, que les infligen maestras o maestros. 

ARTÍCULO 13.- El hostigamiento sexual es el ejercicio del poder, en una relación de subordinación real de la víctima frente al agresor en los ámbitos laboral y/o escolar. Se expresa en conductas verbales, físicas o ambas, relacionadas con la sexualidad de connotación lasciva. El acoso sexual es una forma de violencia en la que, si bien no existe la subordinación, hay un ejercicio abusivo de poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima, independientemente de que se realice en uno o varios eventos. 

ARTÍCULO 15.- Para efectos del hostigamiento o el acoso sexual, los tres órdenes de gobierno deberán: 

I. Reivindicar la dignidad de las mujeres en todos los ámbitos de la vida; 

II. Establecer mecanismos que favorezcan su erradicación en escuelas y centros laborales privados o públicos, mediante acuerdos y convenios con instituciones escolares, empresas y sindicatos; 

III. Crear procedimientos administrativos claros y precisos en las escuelas y los centros laborales, para sancionar estos ilícitos e inhibir su omisión. 

IV. En ningún caso se hará público el nombre de la víctima para evitar algún tipo de sobrevictimización o que sea boletinada o presionada para abandonar la escuela o trabajo; 

V. Para los efectos de la fracción anterior, deberán sumarse las quejas anteriores que sean sobre el mismo hostigador o acosador, guardando públicamente el anonimato de la o las quejosas; 

VI.  Proporcionar atención psicológica y legal, especializada y gratuita a quien sea víctima de 
hostigamiento o acoso sexual, y 

VII. Implementar sanciones administrativas para los superiores jerárquicos del hostigador o acosador cuando sean omisos en recibir y/o dar curso a una queja. 


Hasta aquí la compilación preparada por la autora, te invitamos a conocer más de éstos y otros derechos concernientes a salud, convivencia en comunidad, medio rural, etc. así como su implementación en tu país o estado. En México el organismo creado para hacer efectivos varios de los derechos específicos de las mujeres es el Instituto Nacional de las Mujeres y sus sedes estatales y municipales.

La crítica hacia estos instrumentos es que si bien es importante exigir que se respeten, la autora cree que hay que tomar con reservas la voluntad del Estado para hacerlos valer de manera efectiva, ya que algunos de estos derechos pueden entrar en conflicto de manera estructural con el Estado por un lado y con la propia realidad social por el otro. Hay que recordar que estos derechos no son el resultado de la buena voluntad de los Estados, sino de las luchas sociales que han logrado las libertades y garantías democráticas de las que gozamos actualmente. Así que es natural que para la defensa de derechos humanos, la denuncia a las instituciones oficiales deba ir muchas veces acompaña de movilizaciones sociales y políticas. Por otro lado la estrategia general de derechos humanos se enmarca siempre y por razones históricas en el sistema capitalista de propiedad privada, lo cual se refleja en la insistencia de la propiedad privada ya sea esta particular o de medios de producción. Como hemos dicho anteriormente esto conlleva a dar un carácter obligatorio al modelo tradicional de familia como motor de la sociedad, lo cual se puede observar en la tercera sección del Artículo 16 de la Declaración Universal de Derechos Humanos las Naciones Unidas que versa : La familia es el elemento natural y funda­mental de la sociedad y tiene derecho a la pro­tección de la sociedad y del Estado. Nosotros refutamos que el modelo familiar tradicional, ambos padres e hijos viviendo en la misma casa, sea natural en el sentido biológico, basándonos en los estudios antropológicos que se pueden revisar por ejemplo en "El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado" de Engels. Creemos que una nueva sociedad más justa tendrá el rasgo particular de brindar protección a todos sus miembros no importando que se estructuren en un modelo familiar tradicional o no, y no impondrá presiones de tipo psicológico, social o moral para integrarse a un modelo familiar particular, por el contrario brindará apoyo social amplio para el cuidado y desarrollo infantil. No obstante en el camino hacia una sociedad mejor es válido utilizar todos los instrumentos a nuestro alcance, como son todas las garantías democráticas ganadas anteriormente incluidos los mecanismos aquí presentados. ¿Tú qué opinas?



jueves, 18 de julio de 2013

Reseña de “El género: una categoría útil para el análisis histórico” de Joan W. Scott.


  

Eréndira Munguía Villanueva.



La autora señala la importancia de la inclusión de las mujeres como sujetos de estudio de las disciplinas científicas, en particular de la Historia, y el cómo esta modificación cambiaría no sólo nuestro entendimiento sobre lo que significa ser mujer sino las disciplinas mismas, en una retroalimentación entre el estudio de los procesos de género y el de las materias que lo incluyan en su desarrollo.

La autora propone una definición de género que contemple la historia de las mujeres, revisa los avances en materia de género de las principales corrientes feministas y concluye que es más acertado ver el concepto de género como un proceso más que como un vocablo estático: “Quienes quisieran codificar los significados de las palabras librarían una batalla perdida, porque las palabras, como las ideas y las cosas que están destinadas a significar, tienen historia”. Pero en la lectura se señala una primera problemática, que la Historia ha escapado del estudio de las mujeres. Ha descrito los entramados sociales a través del tiempo sin mencionar coherentemente a las mujeres y sólo dándoles un lugar esporádico, indicando apenas la aparición de algunas mujeres en los mayores movimientos sociales, pero contando los hechos siempre desde una perspectiva masculina, lo que ha dado un sesgo a la Historia como disciplina.

Con el afán de rescatar lo que de ellas considera valioso, la autora hace una revisión de las que considera las principales corrientes feministas que a su ver son: la que intenta explicar los orígenes del patriarcado, la socialista feminista y la del psicoanálisis. Reconoce la importancia de cada una en el estudio de las cuestiones de género así como en los avances ganados por los derechos de las mujeres, pero critica cada una de estas corrientes en lo que considera sus limitaciones.

Las teóricas del patriarcado refieren a una “necesidad”, como deseo innato, del hombre de dominar a la mujer, y una desventaja también innata en las mujeres a causa de la maternidad o la sexualidad. Las propuestas de solución a la problemática de las mujeres son, para aquéllas que ponen el problema en la maternidad, modificar procesos biológicos para ir eliminando las desventajas que la procreación imprime a las mujeres; y la introspección reflexiva de las mujeres para aquellas que proponen como causal de los problemas la sexualidad, suponiendo que este ejercicio llevará al conjunto de mujeres a su emancipación. La autora critica una generalización excesiva, para ella esta teoría no contempla otro tipo de fenómenos, no distingue entre problemas comunes a todas las sociedades y aquéllos particulares de cada sociedad, es decir, deja de lado que los problemas de las mujeres (así como las mujeres mismas) cambian en cada etapa histórica a otra, y de una cultura a otra, lo cual forzosamente empobrece las conclusiones obtenidas en base a esta teoría.

Sobre las feministas marxistas, reconoce que han tenido un enfoque más histórico, legado del marxismo. Reconoce sus alcances en cuanto a considerar dos sistemas distintos de opresión, el económico y el de género que si bien tienen cierta independencia interactúan apoyándose uno a otro. Opina por otro lado que el enmarcar las relaciones de género a las relaciones económicas propicia un sesgo negativo a los estudios de género y a las explicaciones de la opresión de la mujer, poniendo rígidamente la economía como factor principal.

En cuanto a la teoría del psicoanálisis, hace hincapié en dos escuelas principales que intentan explicar la construcción del género. La primera que resalta la experiencia real (por ejemplo la sensorial o el cómo percibe el niño a sus cuidadores), mientras que la segunda lo hace con el lenguaje (sistemas de significados como el habla, la lectura y la escritura), para esta última el estudio del inconsciente es esencial en el entendimiento de cómo se construye el género. De la primera escuela la autora opina que “Esta interpretación limita el concepto de género a la familia y a la experiencia doméstica, por lo que no deja vía para que el historiador relacione el concepto (o el individuo) con "otros sistemas sociales de economía, política o poder”. Respecto al enfoque del lenguaje y de construcción de significados rescata lo positivo de “sugerir que masculino y femenino no son características inherentes, sino construcciones subjetivas… [que] el sujeto está en un proceso constante de construcción y ofrece una forma sistemática de interpretar el deseo consciente e inconsciente”. La crítica que la autora hace a esta última teoría es que tiende a la “fijación exclusiva sobre cuestiones del ‘sujeto’… [y] a universalizar las categorías y la relación entre varón y mujer” dando esto como consecuencia que “no permite introducir una noción de especificidad y variabilidad histórica”.

En resumen, sin desechar los avances de todas estas corrientes, la autora señala su inflexibilidad e invariabilidad histórica y propone continuar los estudios de género sometiendo “continuamente nuestras categorías a crítica y nuestros análisis a la autocrítica”. Propone un nuevo paradigma que tome en cuenta la complejidad de las relaciones de género, que asuma que lo más probable es que las dinámicas de género de las sociedades seas tan complejas que podría ser que escape de nuestra capacidad de entendimiento. "Necesitamos examinar atentamente nuestros métodos de análisis, clarificar nuestras hipótesis de trabajo y explicar cómo creemos que tienen lugar los cambios. En lugar de buscar orígenes sencillos, debemos concebir procesos tan interrelacionados que no puedan deshacerse sus nudos.” Retoma la metodología constructivista al afirmar "...son los procesos lo que debemos tener en cuenta continuamente. Debemos preguntarnos con mayor frecuencia cómo sucedieron las cosas para descubrir por qué sucedieron”.

Da una definición del género en dos partes "... [que] están interrelacionadas, pero deben ser analíticamente distintas… [primero] el género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos y [segundo] el género es una forma primaria de relaciones significantes de poder."

Divide la primera parte de esta definición en cuatro características principales del género “como elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias percibidas entre los sexos” las cuales se encuentran interrelacionadas.  “Primero, símbolos  culturalmente disponibles que evocan representaciones”, como la pureza de la virgen María o mitos de oscuridad y corrupción de las mujeres. “Segundo, conceptos normativos que manifiestan las interpretaciones de los significados de los símbolos… esos conceptos se expresan en doctrinas religiosas, educativas, científicas, legales y políticas, que afirman categórica y unívocamente el significado de varón y mujer, masculino y femenino”.  La tercera característica podríamos decir que engloba aspectos prácticos de la sociedad e incluye los sistemas de parentesco (la constitución de la familia, la cual cambia de un momento histórico a otro e incluso de una cultura a otra), la economía y la política. El cuarto aspecto es la identidad subjetiva. Propone como eje de estudio el tratar de echar luz a la manera de relacionarse de estos cuatro aspectos.

La segunda parte de la definición gira en torno a la afirmación de que “Podría mejor decirse que el género es el campo primario dentro del cual o por medio del cual se articula el poder", señalando que "No es el género el único campo, pero parece haber sido una forma persistente y recurrente de [por ejemplo] facilitar la significación del poder en la tradición occidental, judeo-cristiana e islámica”. La autora sugiere que lo que el género sea para una sociedad influye en las estructuras de poder de las mismas, desde la familia hasta las superestructuras, y en un sentido inverso que las relaciones de poder de una sociedad influyen en lo que simboliza el ser hombre o mujer. En este sentido comenta “los cambios en las relaciones de género pueden ser impulsados por consideraciones de necesidades de Estado… La relación entre regímenes autoritarios y control de las  mujeres ha sido denunciada pero no suficientemente estudiada”. En cuanto a la relación entre estructuras de poder y dinámica de género en la sociedad afirma que “La propia alta política es un concepto de género, porque establece su crucial importancia y el poder público, las razones y el hecho de su superior autoridad, precisamente en que excluye a las mujeres de su ámbito”.

Para cerrar la autora propone tratar de resolver las interrogantes sobre cuál es la influencia de las relaciones de género en el devenir político de las sociedades, más aún, cuáles son las relaciones entre las estructuras de poder político y económico y las relaciones de género, y atacar estos temas teniendo en cuenta siempre la dinámica cambiante de los mismos.

viernes, 28 de junio de 2013

Apuntes sobre feminismo.


Compartimos la experiencia del Congreso Nacional del Partido Obrero Socialista celebrado los pasados 22 y 23 de junio en la Ciudad de México.


Presentado al XV Congreso Nacional del Partido Obrero Socialista. 
Eréndira Munguía Villanueva.

Nuestra organización, como muchas otras organizaciones hermanas, tiene una aplastante mayoría masculina en sus filas, y aún más, las madres son minoría dentro del conjunto de mujeres integrantes del partido. Este es un síntoma grave de que algo no se está haciendo bien, pero a la vez nos abre la oportunidad de mejorar nuestra organización en diversos aspectos. ¿Cómo llegamos a esta situación y cómo superarla? Las causas que han puesto en desventaja a las mujeres dentro de la sociedad son de una naturaleza compleja, es decir, son diversos factores combinados, puede ser que algunos sin descubrir todavía, de origen biológico hasta cultural, que se relacionan entre sí de formas difíciles de explicar. Ocurre lo mismo en cada comunidad, ya sea geográfica, académica o política, aunque con ciertas particularidades propias del entorno. Es por esto que debemos avanzar de manera constante para curarnos de la enfermedad que nos achaca y poder superar los síntomas. Por compleja que parezca la situación, un análisis constante sobre lo que entendemos por género, el reconocer los problemas asociados a este y la realización de acciones para revertirlos promete ser una ocasión de fortalecer nuestra organización, quizás de maneras que aún no imaginamos.

¿Qué es el género? ¿Qué significa ser hombre, ser mujer? ¿Qué es lo femenino, qué lo masculino?


El género es una construcción social que se construye a partir del sexo. En general las personas nacen con genitales que corresponden o a un macho o a una hembra, aunque hay una pequeña parte cuyo sexo no está bien definido al momento del nacimiento. Pero el género es otra cosa, se refiere más bien a las conductas ligadas al sexo, identidad o preferencia sexual que cada persona tiene: Un ejemplo son los roles asignados a mujeres y hombres dentro de una sociedad: “las mujeres en Juchitán controlan el mercado”, “el futbol es cosa de hombres”, “el muxe es el que acompaña a la mamá” son ejemplos de roles de género. Estos roles varía de una sociedad a otra, dependen de factores como la cultura y la economía de las poblaciones. En cuestiones de género hay cosas que cambian de una sociedad a otra, y cosas que son constantes en la mayoría de las sociedades. Una de las constantes es la idea de que las mujeres tienen mayor responsabilidad y deseo de encargarse del cuidado de los hijos, muchas veces la gente justifica esta asignación social basándose en la creencia de que existe un instinto maternal innato, pero esto es falso, la psicología y biología han descubierto hace décadas que tal instinto no existe en las hembras humanas[i], lo cual quiere decir que efectivamente estamos hablando de una construcción social.

Las diferencias de género no tienen por qué ser malas a priori, pero cuando impiden a los miembros de una sociedad realizar sus deseos o satisfacer sus necesidades, entonces es bueno plantearse si estos roles de verdad ayudan al funcionamiento de la sociedad en conjunto o si más bien perjudican y sería mejor intentar cambiarlos. Esto resulta en general una tarea muy difícil, como sociedad a menudo nos es más fácil modificar necesidades biológicas que cambiar conductas sociales, la ciencia es tal que es posible alimentar a un bebé con leche en polvo, pero no ha sido posible que los hombres se encarguen de dar el biberón a los hijos[ii]. Pero si detectamos que estos cambios son necesarios es una buena idea tratar de impulsarlos, no imponiendo lo que nosotros creamos “más correcto”, sino abriendo espacios de discusión y acción para que las propias personas vayan encontrando mejores formas de aceptarse a sí mismas y de relacionarse con los demás, de manera que sus roles no choquen tan violentamente con sus intereses o necesidades.

Situación objetiva de las mujeres.


Otra cosa que es constante en las sociedades es que las mujeres se encuentran en situaciones más precarias que los varones, trabajan más y ganan menos, tienen menos libertad para decidir sobre su destino e incluso sobre su cuerpo, tienen menos acceso a los espacios de toma de decisiones (desde la familia hasta el gobierno), etc. Por esto decimos que existe una opresión relacionada al género en las sociedades actuales, alrededor del mundo las mujeres son oprimidas, aunque el nivel de opresión depende de cada sociedad, la opresión de género es una constante.

Reconocer las formas de reproducción del capitalismo a través de la familia.

Sabemos que hay otro tipo de opresión constante en la mayoría de las sociedades, la que imprime el capitalismo a la clase trabajadora. Sumando esto tenemos que en la mujer trabajadora recae al menos una doble opresión, una doble explotación. El capitalismo echa mano de todo lo que está a su alcance para mantenerse como sistema dominante, y en particular lo ha hecho con la situación desventajosa de las mujeres. La opresión de las mujeres es anterior al capitalismo, pero la sociedad capitalista ha reforzado ciertas creencias erradas que perpetúan esta opresión de género porque le sirve de herramienta para mantener las cosas como están. Un ejemplo es la familia, la idea de que a las mujeres les corresponde el trabajo doméstico, que no deben exigir remuneración por éste y que si quisieran un pago deben de realizar dobles jornadas. Engels decía “La familia individual moderna se funda en la esclavitud doméstica franca o más o menos disimulada de la mujer, y la sociedad moderna es una masa cuyas moléculas son las familias individuales.” Es por esta razón que la cuestión de la mujer debe ser entendida y retomada por los socialistas, porque la opresión de género es uno de los pilares que mantienen al capitalismo como sistema dominante. No estamos diciendo que la emancipación de la mujer traerá consigo la justicia social en otros ámbitos ni viceversa, pero reconocemos que luchar por esta emancipación es una tarea socialista fundamental, esto es lo que significa reivindicarse como socialistas feministas.

¿Qué pasa cuando las organizaciones no toman en cuenta la importancia del feminismo?


En relación a la reciente crisis del SWP en Inglaterra, uno de los partidos trotskistas más grandes y con mayores logros en el mundo, el cual se disolvió a partir un caso de denuncias de abuso sexual en donde la dirección maniobró para proteger al acusado, el FSP, organización hermana, declara:  “Cuando un partido político es incapaz de involucrarse y no abrazar una lucha democrática central, tal como el surgimiento de las mujeres a escala mundial, las consecuencias son desastrosas, tal y como lo muestra lo ocurrido en el SWP. Es aún más notorio cuando el partido es trotskista ya que uno de los principios fundamentales del trotskismo es tratar de entender la relación entre las tareas democráticas inconclusas de nuestro tiempo y la revolución socialista.”[iii]
Y es que en el debate del caso del SWP se puede entrever por un lado una falta de democracia interna en este partido no sólo para con sus integrantes mujeres sino en general, y por otro lado una falta grave en la revisión de sus conductas internas para con sus integrantes mujeres, una ceguera deliberada para hacer a un lado las opiniones contrarias a las del CC con argumentos ligados a conductas de género de las compañeras y las cuales eran ajenas a su labor partidaria, es decir, con argumentos sexistas se quiso acallar las disidencias.

Es sano para una organización abrazar el feminismo.


Así el feminismo nos ayuda (ojo, ayuda, no resuelve complemente los problemas) a las organizaciones en dos sentidos, uno es la observancia de la democracia interna, y el otro es que contribuye a la consolidación del programa. Estos dos tipos de acciones que corresponden a dos tipos de necesidades las podemos clasificar en categorías usadas por el feminismo moderno: el trabajo dirigido y la transversalización. Estas categorías son muy generales y deben reformularse para ser usadas en situaciones concretas, en nuestro caso al partido.

“Trabajos dirigidos. Algunos ejemplos [de estas acciones] incluyen apoyo a la formación de organizaciones de mujeres, fomento de espacios propios para la formación y creación de competencias, además de la colectivización de problemas de las mujeres, paso fundamental en su empoderamiento. Asimismo, abarcan programas dirigidos específicamente a los derechos económicos, sociales, políticos y culturales de las mujeres.

“Transversalización de género. [Se define como] un proceso [más que como una acción] que pretende integrar, dentro de una organización, una perspectiva de justicia de género en el centro o núcleo de todos los aspectos del trabajo de desarrollo, tanto interno como externo. Implica un alto nivel de capacidades por parte del personal de la organización, además de la estructura organizativa necesaria para mantener la perspectiva de justicia de género en el ‘corazón’ del trabajo y asignar los recursos que requiere la implementación de procedimientos, políticas y programas de manera coherente con un marco de justicia de género. La meta es que la transversalización de género contribuya, tanto a nivel interno como al nivel de programas de una organización, a la transformación integral hacia la justicia de género.”[iv]

La sugerencia es avanzar paralelamente tanto en trabajos dirigidos como en el proceso de transversalización, los cuales no son ajenos sino que se refuerzan uno con otro. Esto implica que busquemos cuáles son nuestras necesidades de género dentro del partido, para hombres y mujeres, y entre todos impulsemos acciones que creamos que puedan satisfacerlas.

Como todos estos conceptos son nuevos, iremos teniendo un mejor entendimiento de ellos poco a poco y así podremos adecuarlos a nuestro caso y sacarles jugo. Un primer acercamiento nos dice que una de las necesidades inmediatas como integrantes mujeres en el POS es el acceso a los espacios, por un lado el poder asistir a las reuniones y por otro el formar parte de los comités. Una propuesta para satisfacer estas necesidades es, como refiere el documento de balance, es imponer una cuota de género para el CC. Otra propuesta, que retomamos del FSP, es la conformación de un grupo de mujeres al interior del partido[1] el cual por ejemplo sea una primera instancia a la cual acudir si nos vemos envueltas en un caso de violencia de género en alguna de sus facetas, económica, emocional, sexual, etc. ya sea dentro o fuera de las actividades del partido, para poder discutirlas desde una perspectiva científica y marxista. Parece que hasta este momento no hemos emprendido acciones de transversalización, es decir, nuestra organización está en la etapa de buscar nuestras necesidades estructurales de género dentro del partido, así que esta sería por lo pronto nuestra tarea en este sentido.


ANEXO

Discusión del congreso en el punto de feminismo.

Se reivindica el estudio de los problemas de las mujeres desde un punto de vista científico, incluyendo no sólo los aspectos biológicos sino los culturales, económicos, etc. Se observa que hay una necesidad de empatar la situación objetiva de las mujeres con las actividades de la militancia, esto quiere decir una adaptación de ambas partes, un esfuerzo real por cambiar nuestros roles como mujeres para satisfacer nuestros intereses partidarios, pero a la vez cambios en la organización para evitar que nuestra militancia entre en conflicto con las tareas que como mujeres no podemos o no deseamos abandonar. Estas acciones deberán estar enfocadas a la integración de más mujeres a nuestra organización, esta necesidad de integración ya la han observado las instituciones burguesas con lo cual a este respecto tenemos cierto retraso, pero esta integración se hará en nuestras filas siempre desde una perspectiva de clase. La integración se refiere también a ir impulsando a las mujeres para asumir puestos de decisión dentro del partido con la plena confianza de que pueden realizar el trabajo tan bien como los compañeros varones. El punto de partida para la planeación y realización de estas acciones debe ser el que las mujeres no son el ‘sexo débil’ sino un género oprimido. Los cambios hacia el feminismo del partido deberán reflejarse en los balances posteriores, así como en contactos con mujeres de otras organizaciones afines, pero sobre todo en la conceptualización del partido como herramienta de los sectores más oprimidos de la clase trabajadora para su emancipación, por ejemplo, el sector mujeres, comunidad LGTB, etc. Para todo esto es necesario revisar a cada paso el impacto de las actividades que realicemos, así como tomar en cuenta las acciones que se han realizado en el pasado en esta dirección y hacer un balance sobre éstas.

Resolutivos para el punto de feminismo.


Reivindicar el feminismo como eje central del programa del partido, lo que implica tomar acciones formativas en este sentido.
Imponer una cuota de género de al menos dos mujeres para el CC.[2]
La realización de un encuentro de mujeres con organizaciones afines.
Discutir la posibilidad de un grupo de mujeres al interior del partido.




[1] El Congreso decidió estudiar esta propuesta para clarificar cuáles serían las tareas de dicho grupo así como sus características organizativas.
[2] El Congreso decidió estudiar esta propuesta para clarificar cuáles serían las tareas de dicho grupo así como sus características organizativas.




[i] Inteligencia y afectividad. Piaget, J. Argentina: Aique 2005.
[ii] La perspectiva de género. Marta Lamas. Revista de Educación y Cultura de la sección 47 del SNTE.
[iii] El feminismo y el abuso sexual en el Partido Socialista de los Trabajadores de Gran Bretaña. Freedom Socialist Party. http://www.socialism.com/drupal-6.8/?q=node/2143
[iv] A Guide to Gender-Analysis Frameworks. Candida March, Inés A. Smyth, Maitrayee Mukopadhyay. Oxfam Publications 1999.